Titulares

lunes, 27 de julio de 2015

Estados Unidos: la escultura del diablo que develaron en Detroit

Tiene el torso de un hombre musculoso, las patas y la cabeza de chivo, con sus barbas y cuernos, y alas.
Luce un pentagrama en la frente, un báculo de Asclepio en el vientre, un antiguo símbolo asociado con el dios griego del mismo nombre y con la curación de enfermos mediante medicina, y señala el cielo con los dedos índice y corazón de la mano derecha.
Está sentado, flanqueado por un niño y una niña, quienes lo miran con atención.
Es la escultura del ídolo pagano Baphomet que el grupo religioso Templo Satánico desveló en Detroit, Estados Unidos, en un acto al que solo se pudo ingresar con entrada.
El ser de cabeza y patas de chivo y cuerpo de hombre está flanqueada por dos niños.
El día y lugar de la presentación, "una noche de caos, ruido y libertinaje", les fue comunicado por correo a aquellos que compraron el boleto y que debían ser mayores de 18 años.
"Ven a bailar con el diablo y experimenta la Historia mientras se escribe", invitaban los organizadores a través de su página de internet.

Secretismo y oposición

Presentaron la escultura de bronce de tonelada y media de peso y 2,59 metros de alto en un edificio industrial junto al río Detroit, justo antes de las 11:30 de la noche.
Lo hicieron así, en secreto, "para reducir el hostigamiento", según declaró el cofundador de la organización, Lucien Greaves.
Con ello se refería a las 50 personas que protestaron fuera del restaurante en el que inicialmente el Templo Satánico pretendía mostrar la estatua.
Un plan que tuvo que ser cancelado porque el dueño de negocio, Bert Dearing, se echó atrás.
Varios creyentes han protestado contra la escultura.
"Detroit es una zona muy religiosa", declaró Dearing a los medios locales. "Cuando les renté el lugar creí que se trataba de una iglesia. No sabía de la presentación de la estatua. No sabíamos que eran adoradores del diablo".
También hubo misas para rezar contra Baphomet, como la celebrada el sábado en la iglesia católica Saint Joseph de la ciudad, la más poblada del estado de Michigan.
"Lo último que necesitamos en Detroit es una fiesta de bienvenida para el diablo", declaró ante periodistas locales Dave Bullock, pastor de la iglesia bautista St Matthew, en Highland Park, ciudad del área metropolitana .
Fuente: BBC MUNDO
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