Titulares

viernes, 18 de junio de 2010

El PLD y las elecciones


Por: Longino Sosa

A continuación nos permitimos publicar, un fragmento de lo que pensaba el Profesor Juan Bosch del papel que deben de jugar los peledistas en un proceso electoral.

A propósito del pasado proceso electoral, en donde los diferentes partidos políticos han acusado a algunos de sus miembros de tracción a sus respectivas organizaciones, pero en especial a los miembros y dirigentes del Partido de la Liberación Dominicana PLD, con atención a aquellos que se creían ganadores sin haber finalizado el proceso de elección.

Esperamos nos sirva de reflexión y apliquemos las enseñanzas políticas y morales de nuestro eterno líder, Prof. Juan Bocsh.

´´ En el caso de cualquiera de los partidos que conoce el país tomar parte en unas elecciones es una fiesta y a la vez un negocio; si el partido pierde las elecciones sus lideres ganan con las exoneraciones de automóviles y de equipos sonoros y sobre todo los candidatos salen de la derrota con el prestigio de haber sido candidatos, que para muchos es una especie de condecoración, y algunos salen con su buen dinerito que ´´sobró´´ del que fue recogido para la campaña entre los amigos y a veces entre los enemigos; y si las elecciones se ganan, el billete salió con el gordo de la Navidad, ¡pero que gordo, se ganan!. Nosotros conocemos uno que consiguió un premio de 12 millones de pesos y conocemos muchos que están aspirando a superar esa marca.

Para los hombres y las mujeres del PLD, la participación de su partido en unas elecciones significa muchos sacrificios, y como dijimos, mucha seriedad. Tienen que ser serios porque no pueden dejarse confundir por las apariencias de las cosas y mucho menos por sus propios deseos. Los peledeístas deben saber a conciencia que van a tomar parte en un proceso electoral que no desembocará en verdaderas elecciones sino en una falsa, y por esa razón no pueden permitirse el lujo de entusiasmarse con la ilusión de que tal vez el Partido o uno de sus candidatos va a salir triunfante.

En las elecciones de 1974 el matadero funcionó en tal forma que no hubo que esperar el día 16 de mayo: el 14 el PRD abandonó la lucha, y a estas alturas todavía los perredeistas no se han dado cuenta de que ese abandono obedeció al funcionamiento del matadero electoral.

Los peledeistas, que tenemos desarrollo político suficiente para encarar la verdad por dura que sea, no podemos permitir que de nosotros se adueñen esperanzas locas, y en medio del torbellino que desatan pasiones electorales en todos los que esperan resolver mediante las elecciones sus problemas personales, debemos limitarnos, solo y nada más, a hacer aquello que convenga al Partido, y hacerlo bien, con responsabilidad, aplicando cuidadosamente los métodos de trabajo del Partido; a hacer lo que nos toque hacer con el mismo amor generoso con que una madre cuida al hijo enfermo, porque para todos nosotros el Partido debe ser a la vez el hijo, el padre, la madre y el hermano.´´

Tomado de Política: teoría y acción, año 11,No. 126, Septiembre 1990.
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