Titulares

martes, 26 de mayo de 2015

El ebola en primera persona: Nuestro día a día sobre el terreno


José Rovira-Vilaplana

Con 25 años de experiencia a sus espaldas como especialista en logística, José Rovira-Vilaplana ha prestado apoyo en todo tipo de brotes epidémicos y situaciones de respuesta a emergencias, desde la lucha contra los brotes de virus del Ebola y de Marburgo hasta el despliegue de medidas de control antes y durante la pandemia de H1N1 en México. Formó parte del primer equipo de respuesta enviado por la OMS a Guinea en marzo de 2014, cuando apareció en el país el virus del Ebola de la especie Zaire. Los especialistas en logística son «hombres de acción»: son los que se encargan de asegurar que todo esté en su lugar para poner en marcha una intervención de respuesta. Su labor abarca desde la supervisión de la construcción de centros de tratamiento hasta la recogida de muestras de cadáveres para pruebas de laboratorio, pasando por la obtención de apoyo para las actividades de respuesta ante el brote.
 
«Formé parte, junto algunos miembros del consorcio de laboratorios móviles de la Unión Europea y unos pocos colegas de la OMS, de los primeros técnicos de respuesta a emergencias que se desplazaron a Conakry. El equipo de respuesta ante brotes epidémicos de la OMS fue una de las primeras organizaciones en llegar a esta ciudad y la primera en establecer una unidad de aislamiento en el hospital de Kipe, el moderno centro en el que se trató a la persona que había traído el virus del Ebola a Conakry desde Guékédou, pasando por Macenta.»
«Nos pusimos rápidamente manos a la obra. Acompañado por el equipo médico de la OMS, me reuní con un grupo de personas sospechosas de haber contraído la enfermedad por el virus del Ebola (EVE). Las entrevistamos para averiguar cómo habían entrado en contacto con el primer caso de EVE en Conakry. Entre los entrevistados estaban el jefe de oncología, así como el cirujano, los enfermeros y el anestesista que habían participado en la operación practicada a ese primer caso de EVE. Tres de esas cinco personas morirían más tarde a causa del ebola.»
«Entretanto, en los dos días transcurridos desde nuestra llegada, el equipo de la Unión Europea ya se había desplazado a Guékédou para construir un laboratorio que permitiese realizar pruebas diagnósticas in situ, reduciendo así la necesidad de transporte aéreo para las muestras.»

Nadie quería acoger a los enfermos de ebola

«Uno de mis cometidos fue encontrar un lugar donde cobijar a estos trabajadores sanitarios afectados por el virus y construir centros de aislamiento y tratamiento para otros posibles pacientes de EVE. Nadie quería acoger a los enfermos de ebola. Todos le tenían miedo al virus. Algunos incluso llegaron a sugerir que construyésemos un centro de tratamiento en un vertedero a 20 kilómetros de Conakry.»
«Finalmente, logramos rehabilitar un centro abandonado de tratamiento del cólera perteneciente al hospital de Donka – el hospital de referencia nacional – y convertirlo en un centro de tratamiento de EVE. Dentro de los trabajos de rehabilitación, hubo que hacer de todo, hasta instalar la electricidad. El personal médico infectado del hospital de Kipe se trasladó de inmediato a Donka; conforme se iba propagando el brote, fueron ingresando también otros enfermos de EVE.»

Fuente: OMS

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